viernes, 9 de diciembre de 2011

En mi caso redoblar la apuesta fue ceder sin re-pensarlo, y una vez que lo hice me senti taaaan aliviada. Tomarmelo con calma es lo mejor que me puede pasar, lo mejor que puedo hacer, y espero no desbarrancar. Desde hace casi tres meses me hace feliz, más feliz de lo que ningún hombre me hizo en cuatro años, y más también; y un martes me di cuenta que no puedo estar sin él, y una madrugada que estoy enamorada de él y de lo nuestro, por eso todo esto merece mi "sacrificio". Aunque sacrificio no es, si yo así estoy bien. 

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